“¡Quiero trabajar fuera!” ¿Quién no se ha planteado esto alguna vez? Vale. No todos.
Pero muchas personas lo hemos pensado en algún momento de nuestra vida: después de acabar la carrera o incluso antes de empezar, cuando hemos estado en búsqueda activa de empleo y se ha convertido en “misión imposible”, o cuando hemos buscado un cambio en nuestra vida.
¡Pues bien irse a trabajar a Francia, nuestro país vecino, es una opción!