Sin lugar a duda, si hay un trabajo buscado y deseado por los nómadas digitales que les permita mantener un ritmo de vida en el cual puedan compaginar los viajes con el trabajo es el desarrollo de páginas web o tiendas online. De unos años para acá es uno de los trabajos que se ha puesto más de moda tanto para personas que buscan vivir de ello como para personas que buscan unos ingresos extra. En este artículo te voy a dar unos cuantos consejos para facilitarte el camino.
Antes de nada, te diré que yo voy a dar los consejos para todos aquellos que comencéis proyectos propios. Si queréis dar servicio a clientes la cosa cambia un poco, aunque muchos de ellos también os serán útiles.
Evita el abandono.
Vamos a empezar por lo fundamental. El principal motivo de fracaso es la impaciencia por obtener resultados. No puedes pretender arrancar una tienda online y estar facturando 10.000 euros a los dos meses. Piensa que un comercio físico no suele dar beneficios (como mínimo) hasta pasado un año.
Una tienda online no es muy diferente en este sentido, la barrera de entrada es más baja, y se puede acelerar el proceso para conseguir algunos clientes, pero eso no quiere decir que en cuatro días vayas a estar facturando como si no hubiese un mañana. Tómatelo con calma y poco a poco iras viendo llegar los objetivos.
O dedicas tiempo o dedicas dinero.
Seguro que has oído esta frase más de una vez, y es que es totalmente cierta. Hay mucha gente que pretende crear un negocio online pagando un hosting y un dominio y trabajando un par de horitas al día, no, esto no funciona así.
Si quieres trabajar poco vas a tener que invertir dinero para que otros trabajen por ti, y si quieres ahorrar dinero vas a tener que trabajar tu por todos, y recalco lo de “todos”, porque montar un negocio digital requiere de muchas capacidades y muchos perfiles. Por supuesto al principio no vas a contratar a 20 personas, pero poco a poco ya veras como necesitas apoyarte en más gente para crecer, y eso es bueno.
Delega todo lo que puedas.
Es muy importante que asumas que tu función en tu negocio digital es que los beneficios lleguen a tu cuenta. Todo lo demás lo puede hacer otro.
Por ejemplo, si decides abrir un blog de deportes no tienes porque pasar doce horas al día generando contenido e investigando cosas técnicas que igual no tienes porque saber hacer porque no te has formado para ello.
Si empiezas intentando empaparte de todo y haciéndolo todo tu es posible que hayan pasado 4 meses y tengas muy poquito contenido porque aun estas intentando averiguar como poner algo de la pagina a tu gusto, hacer que vaya rápida y optimizarla para que aparezca en las búsquedas de tus clientes o lectores. Y como no tienes contenido, por mucho que hayas llegado a conseguir en los pasos anteriores no te habrá valido de nada. Si
En cambio, si delegas la creación de la web y la optimización en 4 meses puedes tener una cantidad de contenido lo suficientemente importante (y de calidad) para empezar a facturar mucho más rápido.
Para que te hagas una idea, échale un vistazo a este artículo de esta agencia seovalladolid.es/diseno-paginas-web-valladolid/
Ahí te viene resumido una parte de lo que hay que hacer para cada tipo de negocio. ¿Te ves capaz de hacer todo eso rápidamente? Seguramente ni te suenen muchas de las cosas… En ese caso, delega.
No pierdas el control de los pilares de tu negocio.
Igual que te digo que delegues todo lo que puedas, también te digo que es imprescindible que no pierdas el control sobre tu negocio. Siguiendo el ejemplo anterior del blog de deportes, no puedes delegar el 100% del contenido sin supervisión.
¿De que te sirve tener un blog con 100 artículos sin información útil ni nada que los diferencie? Ya te lo respondo yo, de nada.
Tu puedes delegar la redacción de los artículos, pero es necesario que inviertas algo de tiempo en supervisarlos, adaptarlos a tu estilo o formar a los redactores para que sigan correctamente tu línea editorial.
En el caso de una tienda online, lo mismo. Debes tener el control de la analítica o los beneficios que genera cada producto para poder dirigir correctamente tus recursos en una u otra dirección. Esta es la única manera de delegar de una forma eficiente.
Solamente con que tengas claro estos cuatro conceptos ya tienes muchísimo camino ganado. Al final lo más importante es tener en cuenta que un negocio digital sigue siendo un negocio, y como tal requiere trabajo, inversión y constancia.
La verdadera diferencia es que cuando consigues que funcione, la libertad que te da un negocio online no se paga con dinero.
